
Nuestro Santo Patrón

Salvo la madre de Jesús, pocas mujeres son más veneradas en la Biblia que María Magdalena. Sin embargo, bien podría ser la patrona de los calumniados, ya que existe una leyenda persistente en la Iglesia según la cual ella es la mujer pecadora anónima que ungió los pies de Jesús en Lucas 7:36-50.
La mayoría de los estudiosos de las Escrituras hoy en día señalan que no hay base bíblica para confundir a las dos mujeres. María Magdalena, es decir, “de Magdala”, fue aquella de quien Cristo expulsó “siete demonios” (Lucas 8:2), lo que indica, en el peor de los casos, una posesión demoníaca extrema o, posiblemente, una enfermedad grave.
El Padre Wilfrid J. Harrington, O.P., escribiendo en el Nuevo Comentario Católico, dice que “siete demonios” “no significa que María haya llevado una vida inmoral, una conclusión a la que se ha llegado solo por una identificación errónea con la mujer anónima de Lucas 7:36”. El Padre Edward Mally, S.J., escribiendo en el Comentario Bíblico de Jerome, coincide en que ella “no es… la misma que la pecadora de Lucas 7:37, a pesar de la posterior tradición romántica occidental sobre ella”.
María Magdalena fue una de las muchas “que los asistían [a Jesús y a los Doce] con sus bienes”. Fue una de las que permanecieron junto a la cruz de Jesús con su madre. Y, de entre todos los testigos “oficiales” que podrían haber sido elegidos para ser los primeros en conocer la Resurrección, a ella le fue concedido ese privilegio. Es conocida como la “Apóstol de los Apóstoles”.
-Extracto tomado de la Enciclopedia Católica